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Una mirada al método genealógico y un ejemplo de su aplicación en un pueblo de Tlaxcala (México) (página 2)




Enviado por gdavins



Partes: 1, 2

Se puede afirmar que el movimiento
genealógico comenzó en Europa occidental
en el siglo XVI, cuando aparecieron los registros donde
están apuntados tanto los individuos destacados como las
personas comunes del pueblo. Estos registros coincidieron con la
aparición de la monarquía en algunos países, y
fueron ellos quienes insistieron en realizar registros veraces;
la finalidad era poder cobrar
impuestos y,
además, ostentar honorables árboles
genealógicos. Entre el año 422 y 1000 constituye el
periodo oscuro de la Historia, donde la documentación escrita que la atestigua es
mínima, y lo poco que fue escrito lo registraron los
monjes irlandeses. Nada fue destinado a la vida diaria y menos al
registro de
familias de esa región. Aunque hay escritos en Francia y
España
anteriores a la época oscura, no es literatura que contenga
evidencias
para realizar aportes a la genealogía.

Ocurrió también que nobles y reyes deseaban a
cualquier precio mostrar
una relación de sangre con los
personajes mitológicos y admirables. Por esta
razón, los encargados de realizar los estudios
genealógicos no dudaron en ser poco rigurosos como para
satisfacer a sus ilustres clientes. La
Edad Media
constituye un periodo en el que se elaboran un buen número
de genealogías falsas. El siglo XVII marca un
importante cambio en
varios países europeos. Se introdujeron nuevos métodos de
búsqueda e investigación que contribuyeron al desarrollo de
esta técnica y, sobre todo, a su fiabilidad. Es el
período de los grandes genealogistas alemanes y franceses,
del jesuita portugués Jerónimo de Souza, del
inglés
Dugdale y del español
Luis de Salazar y Castro (Montórfano 2002:1).

PERO NO TAN SOLO REYES:
RAGON

A partir de la segunda mitad del siglo XIX y la primera del
XX, la genealogía comienza a tomar rigor gracias a los
trabajos de historiadores y cientistas sociales, entre los cuales
cabe destacar a un medico, psicólogo y antropólogo
británico: W. H. R. Rivers. Existe consenso general al
señalar a este autor como el introductor de este método
antropológico en sus estudios de campo.

Desde sus comienzos, la antropología ha hecho un uso extensivo del
método genealógico desarrollando técnicas
de campo y métodos de análisis que permitieron "acercarse al
significado social de las estructuras de
parentesco en sociedades que
de otra manera hubieran permanecido conceptualmente
ininteligibles para nosotros. Desarrollado en el estudio de
sistemas de
descendencia unilineales este método no pierde vigencia
cuando el objeto de la antropología se extiende hacia
nuestra propia sociedad"
(Ruiz 1994:71).

A diferencia de los genetistas, a la antropología le
interesa el tratamiento social de las relaciones
genealógicas. Sin embargo, el estudio de estas relaciones
se ha confundido, en parte, con el análisis de parentesco.
L. H. Morgan había basado desde el principio la
comparación de terminologías en el carácter universal del reconocimiento de
éstas relaciones, pero el "mérito (como se ha
señalado) de haber definido en 1910, el estatuto
heurístico del método genealógico de la
encuesta
antropológica corresponde a W. H. R. Rivers" (Bonte 1996:
577). El británico William Halse Rivers Rivers
nació en 1864 en Luton (Kent) e inició la carrera
de médico en Londres antes de comenzar sus investigaciones
de psicología
experimental. Dio clases desde 1897 en la Universidad de
Cambridge, y en 1902, en el St. John"s College. En 1889
"participa en calidad de
psicólogo en la expedición al estrecho de Torres
dirigida por A.C. Haddon durante la cual hace pasar pruebas
sensoriales a los insulares. Desde entonces se orienta
decididamente hacia la antropología social y se dedica a
investigaciones de campo entre los toda de la India del Sur
en 1902, y luego en Melanesia en 1908 y 1914. En 1915 vuelve
parcialmente a la psicología experimental y se interesa
por la terapéutica de los traumatismos de la guerra. Muere
en Cambridge en 1922" (Juillerat 1996:643).

El cuestionario
genealógico de Rivers permitía, sin necesidad de
conocer la lengua
vernácula, acceder al universo del
parentesco y de otros aspectos de la vida social de los
entrevistados. Si bien posee un carácter conjetural y sus
preocupaciones apuntan a encontrar mediante la comparación
efectos determinantes de instituciones
como la familia y
el matrimonio, su
aporte resultó muy importante. Rivers "no se preocupa por
el estatuto epistemológico de su método, en
particular del lugar del referente biológico de la
genealogía (Firth en Rivers 1968). La antropología
funcionalista inglesa, tras Rivers, distinguirá
cuidadosamente entre las relaciones genealógicas centradas
en Ego y que incluyen este referente biológico, y las
relaciones de parentesco (Fortes 1970) se trata por lo tanto de
un simple método de aproximación al parentesco"
(Bonte 1996: 577-578). EGO es la palabra utilizada en
antropología para designar el "Yo" desde cuyo punto de
vista se consideran las relaciones de parentesco. "A veces
resulta necesario establecer si la persona de
referencia es un ego varón o un ego mujer" (Harris
2000:429).

Desde el comienzo de su carrera como antropólogo,
Rivers institucionaliza las genealogías como un
método que utilizó en sus trabajos sobre herencia de los
comportamientos. No obstante, "creía decididamente que
este era el único método científico que
permitía acceder sin riesgos de
error a las terminologías de parentesco. Rivers
veía en las terminologías de parentesco el reflejo
fiel o la supervivencia de formas de matrimonio actualmente
desaparecidas" (Juillerart 1996: 643). Método no exento de
dificultades en su aplicación, por cuanto deben en
ocasiones considerarse varias entrevistas y
mucho tiempo en su
ejecución. Radcliffe-Brown, el padre la
antropología británica, y discípulo
precisamente de Rivers, comentaba al respecto sobre su trabajo de
campo en las Islas Andaman entre 1906 y 1908: "Recogí
cierto número de genealogías de los
indígenas, pero, desgraciadamente, mi propia inexperiencia
en el uso del método genealógico y mi consecuente
incapacidad para superar las dificultades con que me encontraba,
hicieron fracasar esta parte de la
investigación" (Kuper 1973:59). Otro de los
antropólogos más importante de la disciplina,
Malinowski, después de haber establecido contacto con los
nativos de las islas Trobriand llevaba a cabo lo mismo que
Radcliffe-Brown pero con más éxito
que éste: "sabía que el mejor remedio era ir
recogiendo datos concretos y
obrando en consecuencia hice un censo del poblado, tomé
notas de las genealogías, levante planos y registré
los términos de parentesco" (Palerm 1992: 38).

Ahora bien, en la época de Rivers ciertas abstracciones
teóricas poderosas prometían ayudar a los
etnógrafos
académicos a alcanzar el corazón de
una cultura
más rápidamente (Clifford 1995:49-50), por ejemplo,
que la realización de un extenso inventario de
costumbres y creencias. Sin pasar años enteros tratando de
conocer a los nativos y los detalles íntimos de sus
complicadas lenguas y
costumbres, el investigador podría buscar datos
particulares que le permitieran dar cuenta de la armadura central
o estructura de
una totalidad cultural. "El método genealógico de
Rivers y luego el modelo de la
estructura
social de Radcliffe-Brown, proporcionaban este tipo de atajo"
(Clifford 1995:49-50)

Al utilizar el método genealógico para estudiar
sociedades con sistemas bilaterales de descendencia -como las
comunidades, barrios y sectores rurales o urbanos-, tenemos una
herramienta muy efectiva para entender las relaciones de ayuda
mutua, los sistemas económicos informales, los patrones de
movilidad espacial y social, las tendencias en los intercambios
matrimoniales o de convivencia sexual o las preferencias en la
selección de parientes rituales, entre
otros. Un interesante trabajo sobre la utilización del
método genealógico en investigación
social lo desarrolla Sonia Ruiz Pérez en el
boletín de la sociedad puertorriqueña de
Genealogía[2].

El método genealógico ha "demostrado ser de una
utilidad tan
grande en las investigaciones de antropología, que hoy se
le considera una técnica sociológica esencial".
(Ribero, 1971: 36). Este mismo autor destaca en su trabajo
Manual del
campo del antropólogo las ventajas del método,
sobre todo entre los pueblos que carecen de escritura.
Cabe señalar al respecto que la información se conserva en la memoria de
los ascendientes por varias generaciones, y que los  sujetos
conocen por su nombre a un gran numero de parientes. Los datos
genealógicos se usan para regular los matrimonios, la
herencia de las propiedades, la sucesión de los jefes,
etc. Resulta, por tanto, obvia la importancia de comprender un
principio en constante uso.

Ribero (1971) refiere que en las comunidades pequeñas
resulta a menudo posible recoger las genealogías de la
totalidad de los habitantes. Este censo puede constituir la base,
no solo del trabajo sociológico, sino también de
investigaciones sobre población y migraciones. Los datos de las
genealogías proporcionan al investigador los nombres y las
relaciones existentes entre todos aquellos con los que va a
trabajar durante su estudio de campo. Además, le
proporcionan información "sobre individuos que
están ausentes. Tal conocimiento
es de gran ayuda. El estudio de las relaciones de parentesco, tan
importante para la antropología social, solo puede hacerse
mediante una comprensión adecuada del método
genealógico" (Ribero, 1971: 36).

Existe consenso general entonces en el hecho de que el
método genealógico nos permite adentrarnos en otros
patrones de comportamiento, como pueden ser persistencia de
oficios, desplazamiento geográfico, escolaridad,
comportamiento o afiliación política, patrones de
matrimonio y fecundidad, tendencia a ciertas enfermedades, rasgos
fenotípicos persistentes, uso o abuso de alcohol, etc.
Sirva al respecto de ejemplo recordar que, dado que como
señalábamos antes los orígenes fueron en el
área de la medicina -y de
ahí fue asumido por la antropología-, sus
aplicaciones siguen siendo vastas y vinculadas actualmente a su
nicho inicial. La Escuela
Universitaria de Enfermería
de Alcalá en España, establece en sus programas
curriculares el uso por los alumnos del método
genealógico con objeto de contar con una
representación visual a la hora de planificar cuidados,
dado que para ellos es de suma utilidad conocer los
vínculos de parentesco de la persona que requiere atención médica, para saber con
quién se cuenta como familia, y
así poder recuperar al sujeto en los centros
hospitalarios.

Muchas de las aplicaciones del método
genealógico en la reconstrucción de las historias
familiares quedan de manifiesto en Picó (1996) para el
caso de sus estudios en Puerto Rico,
señalando importantes avances y hallazgos en la historia
social de este país mediante el uso de este
método.[3]

ALGUNAS CONVENCIONES
SOBRE LA REPRESENTACIÓN

Por norma general, la información se obtiene a
través de informantes clave y su representación se
hace sobre el terreno. Como hemos señalado, el sujeto que
sirve de eje para estructurar la información se denomina
EGO. Sobre éste -sea hombre o
mujer-, registramos los nombres, las edades, ocupaciones o
cualquier otra información de los sujetos que el 
entrevistado considere como  parientes. Sin entrar en mayor
detalle sobre quién es o no considerado como pariente,
asumiremos algunas definiciones generales. Harris sostiene que
"las personas relacionadas entre sí a través de la
filiación o de una combinación de afinidad y
filiación son familiares o parientes. El campo de ideas
constituido por las creencias y expectativas que los parientes
comparten entre si se llama parentesco" (Harris, 2000:426). Para
el caso concreto de
nuestros lectores latinoamericanos, sirva en tal sentido la
definición de Robichaux (1995) quien [citando a Needham]
conceptualiza el parentesco  como "la asignación y
transmisión de los derechos en cuanto a la
pertenencia (membresía) a grupos"
(1995:36).[4]

Pero hemos señalado ya que no es únicamente en
los estudios de parentesco donde el método
genealógico cobra importancia. La multiciplicidad de
preguntas que se pueden hacer al entrevistado hace que esta
técnica tenga cubra un amplio abanico de aplicaciones.
Más adelante ilustraremos al lector en un caso sobre
reconstitución de hechos históricos vinculados a la
textilería.

Ahora bien, la representación grafica de las
genealogías debe distinguir dos tipos diferentes de
relaciones: la conyugal o afín y la consanguínea.
Para la conyugal o afín se traza una línea que une
un triangulo (representación del hombre) con un
círculo (representación de la mujer). Para
especificar el hecho que la unión entre ambos es legal o
consensual, asignamos una connotación gráfica
específica a dicha línea. Ahora bien, de ser una
relación que se ha interrumpido -por muerte,
divorcio,
abandono, etc.- se cruza una diagonal sobre la línea.
Sí uno de los representados (triangulo o circulo) ha
muerto, marcaremos dicho símbolo con otra diagonal. En el
caso de que desconozcamos el sexo,
utilizaremos un rombo como distintivo.[5]

En este mismo esquema representaremos gráficamente la
relación consanguínea -a saber, la que se establece
entre nuestro Ego y sus padres, sus hermanos y sus hijos- uniendo
el símbolo de éste Ego y sus consanguíneos a
través de una línea vertical u horizontal. Ahora
bien, puede darse el caso de que nuestro Ego y sus padres
mantengan una relación social -y no consanguínea-,
por lo que escogeremos una línea distinta que
señale dicho fenómeno. Existe una tercera
posibilidad de parentesco que deberemos tomar en
consideración -el parentesco ficticio o ritual- para la
cual también deberemos establecer una convención
gráfica determinada.

Ribero (1971) complementa lo anterior señalando que
alcoger los cuadros genealógicos es conveniente escribir
los nombres de los hombres en mayúsculas y los de las
mujeres en minúsculas. Los nombres de las divisiones
sociales, pueblos y otros aspectos pueden escribirse en
algún color que los
diferencie. Muchas otras particularidades del proceso pueden
ser estipuladas por el investigador, consiente de que mucha de
esta información es transcrita desde los registros de
campo a otros documentos
definitivos o a programas computacionales.

Palerm (1992) establece algunos consejos prácticos con
respecto a la aplicación del método. Señala
la pertinencia de iniciar el trabajo de
campo en la comunidad
desarrollando un par de genealogías. Parte del entrenamiento del
investigador debe considerar unos ejercicios
autogenealógicos para comprender las implicanciones que
reviste el ofrecer información sobre su familia. Se
"recomienda hacer genealogías durante la segunda semana
cuando ya hay una cierta familiaridad con la familia con la que
uno (el investigador) se aloja y quizás con alguna otra
familia" (Palerm 1992:19).

UN EJEMPLO DE SU
APLICACIÓN 

La información que a continuación se presenta
fue producto de la
convivencia del investigador con los habitantes de San Felipe,
comunidad de La Malinche, muchos de los todavía se
expresan en náhuatl, lo cual no representó
ningún obstáculo significativo para conocer y
describir parte de su vida diaria.[6]  La residencia
permanente y la observación participante -herramienta
fundamental de la investigación– permitió elaborar
detalladas descripciones de la vida de esta localidad.
También se llevaron a cabo recorridos del área,
aplicación de encuestas en
las dos escuelas del pueblo y la revisión de antecedentes
en Archivos de
Contla y Tlaxcala, elaboración de mapas y el uso
del método genealógico que pretendemos describir. A
esto se suma la participación en algunos de los
acontecimientos socioreligiosos, como la fiesta patronal y otras
festividades familiares.    
     

Las genealogías fueron elaboradas en la primera etapa
de la investigación. Los grupos domésticos
seleccionados superaban cada uno de ellos las 300 personas y el
registro obligaba a un trabajo extenso. En varias ocasiones se
complementó la información a través de
entrevistas a las familias. Las actividades se llevaron a cabo
entre los meses de junio y julio de 2002. Se ha señalado
-pero sirva de recordatorio- que en este pueblo el uso del
método estaba dirigido a determinar las fechas en las que
la actividad textil fue introducida en la localidad, así
como para establecer también los iniciadores de dicha
actividad, pues no se contaba con registros documentales sobre la
situación. Las preguntas sobre el trabajo textil estaban
dirigidas a los integrantes de cada uno de los árboles
familiares. Se debió visitar en tres ocasiones, como
promedio, a los entrevistados para obtener la información
y poder presentar árboles genealógicos que
comprendan dicho numero de personas.

Varias son las etapas que destacan en el proceso de
aplicación del método genealógico. En primer
lugar, se debe proceder a la identificación de los Egos
que manifiesten disponibilidad a facilitar este tipo de
información. A ello se suma que la entrevista
genealógica demanda
bastante tiempo, ya que se debe idealmente ir registrando toda la
información. Según los criterios antes
señalados, Ego reconoce a familiares, tanto ascendientes
como descendientes; pero además debe recordarlos. Para
ampliar la red de información se
recomienda que otras personas del grupo
domestico acompañen a Ego durante la entrevista.
Por norma general, los Egos entrevistados logran identificar con
facilidad hasta sus bisabuelos: el nombre, apellidos, oficios y
fechas de nacimiento y defunción de éstos,
así como de aquellos descendientes que residen en el
pueblo o en áreas vecinas a su localidad. Aquellos
familiares que residen lejos de la comunidad -o que han
permanecido por mucho tiempo sin contacto- y los menores de edad
son en ocasiones para Ego sujetos difíciles de recordar,
salvo algunas excepciones. Habitualmente Ego recurre a
expresiones tales como "ellos son dos adultos y tres niños".
En esos casos se logra a lo más cuantificar el
número de integrantes de los grupos familiares. Ante este
tipo de situaciones se recomienda entrevistar a los menores de
edad del grupo domestico de Ego, quienes en una segunda
entrevista logran con mayor facilidad identificar a estos
familiares que por edades constituyen para ellos un referente
más próximo, sus primos o sus tíos. De esta
forma recuerdan edades y colegios de sus parientes con mayor
facilidad. Para ello, se les representa mediante un borrador una
grafica de la genealogía que los sitúa en el
contexto general y se registra la información en el
documento.

Una segunda etapa consiste en presentar estos borradores de
las genealogías en las entrevistas posteriores con Ego con
el objeto de complementar mucha de la información que ha
sido recopilada y transcrita hasta ese momento. Parte de los
símbolos del árbol
genealógico se encuentra en esta etapa preliminar
vinculados a Ego, lo cual no es obstáculo para posteriores
modificaciones. En esta fase se explican a los entrevistados la
simbología de los borradores para que éstos logren
identificar los sujetos de quienes se requiere mayor
información. Resulta un aporte significativo localizar en
estas entrevistas el máximo número de familiares de
Ego (al cual se le está haciendo la genealogía)
para optimizar la información con los nuevos datos que
proporcionan.

La experiencia de campo en este tipo de entrevistas grupales
señala que es importante recurrir a la memoria colectiva
del grupo doméstico para recordar los nombres y
demás detalles de sus parientes. En este momento del
estudio el investigador obtiene sus datos mediante el registro en
las graficas de la
simbología previamente estructurada, y las modificaciones
que surgen son inmediatamente incorporadas. Para nuestro caso en
particular resultó de mucho interés
observar que son las mujeres del grupo doméstico las que
recuerdan con mayor precisión tanto a sus familiares
directos como a los del esposo o -incluso- del padre de
éste. Esto se debe quizá al hecho de que en muchas
comunidades de México
predomina la residencia postmarital virilocal de las
mujeres.[7]  A medida que avanza el proceso de
confección de las genealogías, se advierte el
ensanchamiento piramidal del árbol, debido a que cada vez
resulta más difícil obtener la información
de los ascendientes de Ego, no así en sus descendientes
directos y colaterales. Para subsanar dicha situación –
siempre y cuando sea necesario- debe procederse a la
obtención de dicha información en archivos u otras
fuentes
documentales.

En una tercera etapa se procedió a registrar,
consultando la ocupación de cada uno de los miembros de
las distintas familias, la vigencia del oficio de tejedor,
así como los inicios (fechas probables) de la actividad
textilera en el pueblo. De esta forma, por ejemplo, un abuelo de
un Ego de 43 años, al ser identificado en cuanto a su
ocupación, otorga un registro histórico del momento
y circunstancias en que ejerció el oficio. Así fue
posible reconstituir, a partir de quienes eran en ese entonces
tejedores o personas vinculadas a este tipo de trabajos, parte de
la estructura comunitaria de la década de 1950.

Es posible sintetizar el proceso en tres etapas: en la primera
se procedió a registrar la información en
cuadernos; luego, durante la estancia en el pueblo,
representarlas en papelógrafos y revisarlos con los
entrevistados. Posteriormente se ingresaron los datos en el
programa
informático Family Tree Maker que logra una rápida
sistematización y representación de las
genealogías.

PROCESAMIENTO
COMPUTACIONAL DE LA INFORMACIÓN

En la actualidad existen muchos programas computacionales para
crear bases de datos
genealógicos. Esto se debe al carácter generalizado
de Internet, que ha
permitido difundir diversos archivos, fuentes y formas de
compartir datos sobre familias en todo el mundo. El criterio
más importante para calificar la calidad del programa es
su facilidad de uso. El programa debe facilitar el acceso directo
a la información sin que haya que revisar primero toda la
base de datos.[8]

Algunas características a considerar en los programas
genealógicos

Hacemos nuestras algunas recomendaciones técnicas sobre
este particular del Centro de la Genealogía Cubana:

1.- Manejo de las letras del alfabeto castellano y
posibilidad de ingresar apellidos compuestos.

Se hace necesario el manejo de las letras acentuadas del
idioma Castellano, lo que se denomina alfabeto "extenso". Es
importante además que el programa provea campos de entrada
separados para los nombres de pila y para los apellidos, y que el
tamaño de estos campos sea suficiente para manejar los
múltiples nombres de pila y los dobles apellidos que son
típicos de la cultura hispana.

2.- Habilidad de producir una base de datos
de intercambio de información compatible con el protocolo

GEDCOM.

Posibilidad de poder intercambiar datos con otros programas
genealógicos. Se ha desarrollado un formato
estándar con este fin bajo la tutela de la
Iglesia
Mormón. Este formato se llama "GEDCOM" ("GEnealogical Data
COMunications"). La gran mayoría de los programas
comerciales de genealogía posibilitan la manera de
importar y exportar bases de datos usando el protocolo GEDCOM.
Desgraciadamente, los programas varían algo en su interpretación del estándar GEDCOM.
Esto se manifiesta en problemas en
la transferencia de los caracteres del alfabeto extendido (como
la "ñ" Castellana), problemas en la transferencia de datos
especiales (como las referencias y notas), y hasta la
truncación (acortamiento) de algunas líneas, lo que
tiene el efecto de dejar incompletos los datos transferidos.

3.- Número, variedad y tamaño de los campos de
datos.

Los programas de genealogía proveen como mínimo
un grupo "estándar" de campos de entrada para cada
página de entrada de datos. Las páginas de
individuos incluyen, como mínimo, campos para la fecha y
lugar de nacimiento, y la fecha y el lugar de fallecimiento, pero
es preferible optar por aquellos que ofrecen la posibilidad de
ingresar mayores datos.

4.- Capacidad de almacenamiento.

5.- Rapidez de introducir los Datos.

Algunos programas ayudan la entrada de los datos llenando
automáticamente algunos campos, tales como los apellidos
de los hijos, o dándole a escoger de una lista de nombres
de los lugares anteriormente entrados en la base de datos. Esto
reduce el esfuerzo necesario para registrar los datos, evitando
además el tener que escribir seguidos los mismos
nombres.

6. Impresos.

Calidad en los impresos de las gráficas. Como mínimo, el programa
debe contar con:

6.1.- Página de Familia: impreso con toda la
información disponible sobre un grupo familiar individual:
esposa, esposo, hijos e hijas.

6.2.- Gráficas de Descendientes: Todos los
descendientes directos de un individuo;
puede también incluir los cónyuges de cada
descendiente. Estas gráficas pueden ser de estilo
"compacto" -cada nueva generación empieza el mismo numero
de espacios a la derecha del margen y se proveen líneas
verticales para marcar cada generación-, o puede ser de
estilo "pedigrí invertido" -donde cada individuo se
representa en una "caja" conectada por líneas a sus padres
e hijos-.

6.3.- Gráfica de Antecesores: Todos los antecesores
directos de un individuo, trabajando en dirección temporal retrospectiva a
través de las generaciones anteriores. Estas
gráficas pueden ser también en forma de
"árbol" compacto donde cada generación previa
empieza el mismo numero de espacios a la derecha del margen y
líneas verticales conectan cada individuo con sus padres;
o puede ser un pedigrí tradicional, donde cada individuo
aparece en una "caja" conectada por líneas a sus padres e
hijos.

7.- Habilidad de Individualizarse.

La habilidad de poder dividir su base de datos en varias
partes separadas puede facilitar el darle una de las partes a
algún otro miembro de la familia que esté
interesado únicamente en una rama. Es posible
también el desear combinar una base de datos suplida por
otro miembro de la familia con la de uno. Algunos programas
posibilitan realizar ambas acciones. Otra
ventaja de algunos programas es la capacidad de poder chequear la
integridad de su base de datos y rectificar los errores
encontrados. Algunos programas hacen esto automáticamente
cuando generan o importan bases de datos de tipo GEDCOM.

CONCLUSIONES

El método genealógico representa en el trabajo
antropológico una herramienta de vital importancia, tanto
para la recolección de información como para la
representación y el análisis de diversos procesos
sociales. Mediante una simbología especial la
genealogía permite, entre otras cosas, que el investigador
grafique y represente diversas particularidades de una
situación social, donde se presenta una familia o conjunto
de familias con sus miembros distribuidos en generaciones.

Es posible sistematizar y presentar la genealogía
mediante diversos programas computacionales que permiten una
mayor rapidez y despliegue de los datos. No obstante, aún
sin contar con estos recursos
tecnológicos, no resulta difícil graficarla
partiendo del relato de algún miembro de la familia
estudiada y conociendo las convenciones internacionales para su
construcción.

El estudio de las genealogías ha sido una
preocupación de numerosos pueblos, por eso se afirma que
es tan antigua como universal. Sin embargo, el mérito de
haber definido antropológicamente el método
genealógico de la encuesta corresponde a W. H. R.
Rivers.

Al utilizar el método genealógico para estudiar
sociedades -como las comunidades, los barrios y los sectores
rurales o urbanos- con sistemas bilaterales de descendencia,
contamos con una herramienta muy efectiva a la hora de entender
las relaciones de ayuda mutua, los sistemas económicos
informales, los patrones de movilidad espacial y social, las
tendencias en los intercambios matrimoniales o de convivencia
sexual o preferencias para la selección de parientes
rituales, etc. En el caso descrito, el uso del método
permitió reconstituir parte de la historia textilera de la
localidad a través del seguimiento de los oficios de
muchos entrevistados.

Los datos de las genealogías aportan al investigador
los nombres y las relaciones existentes entre todos aquellos con
los que va a trabajar durante su trabajo de campo; además,
le proporcionan información sobre los individuos que se
encuentran ausentes. Por otro lado, el estudio de las relaciones
de parentesco, tan importante para la antropología social,
sólo puede hacerse mediante una comprensión
adecuada del método genealógico.

Por último, existe un consenso general entre los
antropólogos y otros investigadores sociales en que este
método permite estudiar los más diversos patrones
de comportamiento
humano, como pueden ser -entre otros- la persistencia de
oficios a través del tiempo, los desplazamientos
geográficos, la escolaridad, el comportamiento o
afiliación política, los patrones de matrimonio y
fecundidad, la tendencia a contraer ciertas enfermedades, los
rasgos fenotípicos persistentes, el uso o abuso de
alcohol, etc. La información, obtenida generalmente
durante el trabajo de campo a través de informantes clave,
puede ingresarse posteriormente en programas computacionales con
objeto de lograr una rápida sistematización y su
representación grafica través de
genealogías.

NOTAS

[1] La investigación se desarrolló en un pueblo
postnahua de La Malinche, específicamente en San Felipe
Cuauhtenco, en el estado de
Tlaxcala. Desde junio del 2001 a diciembre del 2002, se
realizó trabajo de campo, en el marco de una tesis del
programa de maestría en antropología social de la
Universidad Iberoamericana. Dicha tesis se denominaba; "cambio
social y transformación económica: los talleres
textiles familiares en San Felipe Cuauhtenco, Tlaxcala,
México". 

[2]Véase al respecto Vol. VI Abril 1994,
núm.1/2. San Juan, Puerto Rico, páginas 71-77.

[3] Picó (1996) señala algunos importantes
estudios al respecto.

    1.- Morales Muñoz, buscando
identificar a los fundadores de pueblos y a los iniciadores de
apellidos puertorriqueños, vinculó sus esfuerzos al
examen de los grandes asuntos de las épocas que
estudiaba.

    2.- El trabajo de Géigel sobre la
genealogía de Campeche documentó la
transición de la esclavitud a la
libertad en
una familia de origen africano.

    3.- Lluch Mora sobre la familia Ortiz de la
Renta trazó la descendencia de uno de los fundadores de
San Germán, a pesar de las inevitables lagunas del siglo
17.

    4.- Ursula Acosta y David Cuesta Camacho,
en su libro Familias
de Cabo Rojo han podido reconstituir las hegemonías y las
fisuras sociales en un municipio en el siglo 18.

    5.- Jaime Alberto Solivan de Acosta ha
trazado la historia de cinco apellidos desde el siglo 18 hasta el
presente y Aura Pierluissi ha logrado reconstituir la familia de
sus antepasados no sólo en Puerto Rico, sino
también en Córsega, Venezuela y
otros países.

[4]Sobre este particular Robichaux precisa en (1995:115)
citando a Needham que éste término de "parentesco"
es una palabra "multiusos", que muchos antropólogos
utilizan "sistema de
parentesco" cuando hablan sólo de la terminología,
pero que éste término abarca varios ámbitos
de la realidad empírica, como redes genealógicas,
grupos de filiación localizados o no, grupos
domésticos y sistemas reguladores de matrimonio.

[5] El tipo de sistema terminológico de parentesco con
el que los lectores estamos más familiarizados es el
esquimal. Dos rasgos importantes de este sistema son: primero ,
ninguno de los términos que designan a los parientes
nucleares del ego se aplica fuera de la familia nuclear; y
segundo , no se establece distinción alguna entre los
lados materno y paterno. Esto quiere decir que no se hace
distinción entre los primos cruzados de los paralelos o
entre las tías y tíos cruzados de los paralelos.
Estos rasgos reflejan el hecho de las sociedades que usan la
terminología esquimal carecen , por lo común de
grupos de filiación corporativos. Como su propia
denominación implica , el sistema esquimal se encuentra
frecuentemente entre cazadores y recolectores . Esto es
así por que todos los factores que aíslan a la
familia nuclear incrementan la probabilidad
de que aparezca una terminología de tipo esquimal. Como
hemos visto entre los grupos de cazadores y recolectores, los
factores determinantes son la baja densidad
demográfica y la necesidad de una máxima movilidad
geográfica en relación con las fluctuaciones en la
disponibilidad de caza y otros recursos. En las sociedades
industriales la misma pauta terminológica refleja la
intrusión de las instituciones de mercado en la
rutina domestica y el alto nivel de movilidad social y
geográfica causado por los salarios (Harris
2000:443).

[6]  El pueblo objeto del estudio, San Felipe Cuauhtenco,
se ubica en las faldas nororientales del extinto volcán de
La Malinche, en lo que es conocido como el medio poblano –
tlaxcalteca. Comprende su traza urbana una superficie de 3
kilómetros cuadrados y según el XII Censo general
de población y vivienda del año 2000 su
población total asciende a 1,839 habitantes, que se
dividen en 951 hombres y 888 mujeres. Se encuentra a 20
kilómetros al este de la capital
estatal Tlaxcala. Es posible definirlo como indígena,
asumiendo con Romero  toda vez que la reproducción cultural de prácticas
como el compadrazgo católico, las uniones conyugales con
residencia virilocal temporal, le herencia mayoritaria a partir
de la reproducción de la ultimogenitura, la
participación política de los hombres en la
asamblea y sobre todo, la inclusión de los rituales
político religiosos que norman la vida de sus habitantes
es a través del sistema de cargos cívico
religiosos. Todo lo cual unido al uso del náhuatl, pese a
un creciente proceso de aculturación lingüística, reafirman esta
categoría. La economía local la conforman principalmente
cuatro áreas productivas que constituyen los ejes sobre
los cuales el pueblo desarrolla su vida económica. En
orden de importancia a) agricultura,
b) actividad textil, c) trabajo en fuentes externas a la
localidad y d) comercio y
mercados.

[7] El ciclo de desarrollo del grupo tiene las siguientes
características: al casarse o al comenzar la vida en
pareja, el hombre
lleva a su cónyuge a vivir a casa de sus padres. Sus
hermanas, al casarse o al comenzar a la vida en pareja van a
vivir en la casa de su cónyuge… normalmente, los
hijos viven con sus padres durante un período variable,
después del cual, si no hay suficiente espacio, construyen
su propia casa, normalmente, al lado de la casa paterna. La
duración de este período de residencia virilocal
inicial para todos los hijos varones, salvo el benjamín,
depende de varios factores….el benjamín tiene una
residencia virilocal permanente, es el heredero de la casa
paterna… se encarga de los padres ancianos (Robichaux 1995:376,
377, 405).

[8]Los mejores se caracterizan asimismo por la vista previa de
la impresión y la opción de guardar la
información en formato Web. El software debe concordar
también con el formato "Genealogical Data Communication"
(GEDCOM – Comunicación de Datos Genealógicos),
cosa que posibilita el intercambio de datos entre las
aplicaciones genealogicas standard. Entre los programas que
reúnen todas estas condiciones están "Family Tree
Maker", "Family Chronicle" y "Dynas-Tree". 

BIBLIOGRAFÍA

Bonte, Pierre, 1996, Diccionario de
etnología y Antropología. España: Akal.
 

Centro de la Genealogía Cubana, 2003, http://www.cubagenweb.org/e-index.htm

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Universitario Canadiense de Ultramar (CUSO)

Harris, Marvin, , 2000, Introducción a la
antropología general. Madrid:
Alianza Editorial

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Exegesis. Puerto Rico: Universidad de Puerto Rico.

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México: Ed Comunidad, Instituto de Ciencias
Sociales.

Robichaux, David, 1995, Le mode de perpétuation des
groupes de parenté: la résidence et l"
héritage á Tlaxcala (Mexique), suivis, d"un
modéle pour la Mésoamérique. Thése de
docteur de l"Université en Ethnologie, Université
de París X (Nanterre).

Romero, Oswaldo, 2002, La Malinche: Poder y Religión en la
región del Volcán. México: Universidad
Autónoma de Tlaxcala.

Ruiz Pérez, Sonia, 1994, Boletín de la Sociedad
puertorriqueña de Genealogía Vol.VI núm.1/2.
San Juan, Puerto Rico. págs71-77

Una mirada al método genealógico y un ejemplo de
su aplicación en un pueblo de Tlaxcala
(México) 

 

 

Autor:

Luis Guillermo Davinson Pacheco

Asistente Social,

Magister en Antropologia Social (Universidad Iberoamericana
México),

actualmente docente del Departamento de Trabajo
Social

de la Universidad de la Frontera de
Temuco (Chile).

http://www.angelfire.com/emo/tomaustin/met2/metgen.htm

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La Gratuidad En La Atención A La Población
Indígena

Normas Comunitarias En Dos Pueblos Postnahuas En
Mexico

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